¿Qué haces con Byly?

Siento haber tenido abandonado el blog durante una semana y pico, soy mala persona y lo sé. Pero esto en realidad es súper típico de mi personalidad, una semana no paro y todo es motivo de post y de repente me entra la apatía o mi vida, laboral o social, me quema por dentro consume y lo último que puedo hacer es escribir en el blog.

Anyhow, he regresado por el momento. Entre las cosas que he hecho últimamente y que jamás mencioné en el blog, el viernes pasado fui a ver Harry Potter and the Deathly Hallows en IMAX en el cine Nova Scotia de Montreal, que es básicamente un macrocine en pleno centro de la ciudad. La película me gustó (que no me entusiasmó), de hecho me dormí un rato hacia la mitad, pero porque estaba cansado. La gente que haya visto las pelis anteriores de HP ya sabe a qué atenerse. Lo realmente destacable de la experiencia fue el IMAX, me impresionó mucho ver una pantallaca gigantesca con súper buena definición. Creo que L'Hemisfèric de Valencia también es un cine así, pero como hace muchos años que no voy no lo recordaba tan genial.

Después de eso tenía muchas ganas de salir, emborracharme, ir de fiesta y bailar pero la compañía no me acompañaba. Así que fuimos a mi casa, bebimos y después a dormir. Un ful de Estambul de noche.

Por lo demás, en mi vida no ha habido mucha novedad, sigo dándole clases a los señores en su tercera juventud en el centro (quién me iba a decir que JC♥ y yo íbamos a acabar en situaciones tan similares por los avatares del destino). Algunas veces se ponen de lo más tocapelotas y es totalmente agotador, pero generalmente son un amor, tienen muchas ganas y me lo ponen muy fácil. Aparte de preparar y dar las clases, tengo que corregir la traducción de un artículo sobre teoría de la historia de la traducción. Los que me conocen ya saben qué pienso de la teoría de la traducción, que en su inmensa mayoría no es una teoría productiva que sirva para mejorar la labor traductora o para tener un mayor conocimiento de ella, sino que es teoría en el abstracto, un constante disertar y darle 57 vueltas a una misma idea sin llegar a nada. Pajas mentales aderezadas con términos incomprensibles. En pocas palabras, que yo no me considero un teorista para nada, pero entre mis funciones está la de acatar este tipo de encargos por parte del departamento y yo lo hago gustosamente.

Ayer me alquilé en la biblioteca la película de Almodóvar ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, que, pese a ser de las antiguas (1984) no es tan absurda como Laberinto de pasiones y me ha encantado. Carmen Maura está soberbia, Verónica Forqué, pese a estar un poco encasillada con personajes de chica tontita borderline, aquí borda el papel de Cristal, la vecina prostituta que sueña con irse a los EE UU y triunfar. Otra que está increíble es la gran Chus Lampreave, que siempre que aparece en una peli de Almodóvar, aunque tenga un papel súper pequeño, consigue hacerme sonreír. Aquí encarna a la típica abueleta tacaña, cotilla y entrañable, que vive en la gran ciudad para que la familia le haga compañía, pero que se siente evidentemente como pez fuera del agua y que lo que quiere (y así lo reitera durante la película) es volverse al pueblo. El elemento del lagarto que se encuentran en el descampado y que deciden llevar a casa es brutal, y uno de los momentos estelares de la peli es la icónica frase «Paso total de vosotras, me aburrís». Le he puesto un 8, aunque en realidad yo diría que está sobre el siete alto.

Hoy ha sido un día aburrido en el trabajo, pero ha habido un momento epic, cuando ha venido un chico explicando que se encargaba de ponerle sonido a spots publicitarios, la banda sonora y las voces y que estaba buscando la voz de un hombre hispanohablante de España. Mi jefe le ha llevado hasta mí, me ha explicado que como no conocía a ningún español, le había preguntado a un amigo suyo argentino si sabría imitar el acento español para grabar el spot, pero que en la segunda criba le habían echado el anuncio para atrás porque «ese acento no sonaba español y no era lo que buscaban». ZASCA. Con razón, luego he escuchado el anuncio que los de arriba habían rechazado y el tipo soltaba «¿Qué hacez con Byly?», cuando la frase en cuestión era «¿Qué haces con Byly?». Imitación de acento fail.

Chusy, otra musa para el blog
En el cuartito polivalente que utilizamos para comer, el chico ha montado un peu de micro de esos profesionales, como de estudio de doblaje, con su panel circular, como los que usan los de OT para grabar sus CD cada gala y me ha explicado la idea del spot, me lo ha enseñado y yo tenía que interpretar a un novio celoso que, inquieto e impaciente, le pregunta a su novia que qué hace con Byly (una marca de desodorante que yo no sabía que era española), jugando con el nombre propio Billy. Es un poco extraño porque el resto del spot es en inglés, quizá están buscando atraer al público latino. Me he dado cuenta de que poner la voz para algo es muy difícil, más cuando tienes una voz medio aguda, con poca potencia y fea como la mía, y te piden que te pongas en un papel. Es más chungo de lo que parece.

Finalmente, el técnico de sonido se ha dado por satisfecho (gracias a Dios, yo no sabía darle ningún tipo de intención a mi voz). Los que me conocéis sabéis de mi propensión a los gallitos, además. Y me ha pedido mis datos y mi e-mail por si necesitase regrabar la frase o algo. Tras eso, se ha sacado 100$ en cash y me los ha dado. Adoro el mundo de la publicidad y el doblaje, ojalá muchos más spots así. Cuando he regresado a mi mesa, en el teclado del ordenador había un sobre con mi nómina. ¡Que siga lloviendo el dinero!

Para terminar añadiré que sigo teniendo sueños muy bizarros, esta noche tuve un sueño tórrido con un ex compañero del colegio con el que me reencontraba una vez adultos ambos y en un contexto diferente. Me he despertado a las cinco de la madrugada conejeando al colchón y después me he quedado totalmente despejado. Horror.

Mañana viene el boss, es decir, el jefe de mi jefe, desde Ottawa y tengo que convencerle de que el centro tiene que dar el salto a las redes sociales, a Facebook y a Twitter y aún no sé muy bien cómo lo haré. Me siento como si tuviera que explicarle cómo funciona un horno pirolítico a un hombre de las cavernas que calienta una pierna de cabra en una hoguera rudimentaria. Es como hablarle de magia o de artefactos innovadores de un futuro lejano y desconocido.

2 comentarios:

Rob* | 3 de diciembre de 2010, 2:37

Un beso: http://re-belleetinfidele.blogspot.com/2010/10/una-lanza-en-favor-de-la-teoria.html

(y viva el ser actor de doblaje)

gargamel | 3 de diciembre de 2010, 9:56

¡Que siga lloviendo el dinero!

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